miércoles, 12 de mayo de 2010

Retrato de un miercoles

Retrato de un miércoles

El miércoles es para mi el día más pesado y a la vez el más ligero. Ligero al pensar que solo hago cinco horas de clase, pero pesado porque es el día en el que tengo más extra-escolares y acabo muy cansado.
Me despierto a las siete y veinticinco de la mañana, más cansado de lo normal, porque me gusta dormir mucho. Después me quedo como un perezoso cinco minutos más en la cama, a las siete y treinta voy a desayunar, a veces pan con
nocilla, -el desayuno que más bien me sienta- también un vaso de leche con cola cao... una buena manera de afrontar el día. Luego voy a lavarme los dientes, no se por que se me hace interminable. Al acabar, consigo ir a la cama unos cinco minutos más para estirar los músculos. Me visto rápidamente porque mi padre va diciendo: <¡¡vamos... que
llegamos tarde!!>>
Recogemos a dos compañeros más, pero el dialogo entre nosotros es escaso, porque todos tenemos el mismo sueño.
Al llegar a la escuela suena el timbre, que indica la hora de ir a clase... Primero nos toca música con
Lidia, donde acostumbramos a tocar la flauta y el xilófono, una manera relajante y
tranquila de empezar el día.
A las nueve y quince, suena otra vez el timbre, que cuando ya lo has oído muchas vecesse te mete en la cabeza y llega un momento ¡Que ya molesta!
Para ir a la siguiente clase tenemos que ir al piso de arriba, y entre clase y clase la escalera esta llena de alumnos de otras clases que o bien, suben o bajan.
Llego a clase, nos toca hacer tutoría, una clase muy divertida porque siempre hablamosde algún tema o miramos películas. A continuación toca sociales: La clase de los apuntes,porque tomamos un montón de apuntes, es una ventaja a la hora de estudiar.
Cuando toca la campana de nuevo -a las once y quince- es hora del patio, pero sólo
tenemos media hora de recreo, y se hace tan corta... Hablo con los amigos, y a veces voy a la cantina a comprar alguna golosina, es miércoles, un día duro...
Cuarta hora, tecnología. En este trimestre estamos haciendo un estuche de madera y la
clase resulta más animada y divertida. ¡Por fin! Última hora, toca experimentales, no se me hace pesada, me gustan.
El miércoles voy a casa a comer, a veces solo, a veces acompañado de mi madre; tengo
que reconocer que acostumbra a dejarme cosas que me gustan.
Tengo que comer rapidito porque a las cuatro empiezo música en el Conservatorio:
lenguaje musical, clase aburrida, y después cambra, donde toco con un buen amigo, él piano y yo arpa. Al acabar subimos juntos para casa y aprovechamos para contarnos cosas, ya que él va a otro instituto.
Cuando llego a casa me pongo a hacer los deberes, y a las seis y treinta me visto de
portero. Hasta ahora el esfuerzo de todo el día ha sido mental, ahora toca el esfuerzo físico, me voy a entrenar a fútbol, donde mejor me lo paso.
Al llegar a casa me ducho, me sienta muy bien porque me relaja después ceno y mientras, miro si hacen alguna serie de humor que sea divertida, y luego si me han quedado deberes para el jueves, el día de los deberes, los acabo. Y por fin, acaba el día...
Fin